Villa Rolandi Gourmet & Beach Club. Isla Mujeres

Si me encontrara un bolso con plata ahora mismo, creo que lo primero que haría es sacarme un pasaje para ir a conocer este hotel situado a solo 15 minutos de la costa de Cancún, México.
Las primeras noticias de Isla Mujeres datan del periodo comprendido entre el 564 y el 1516 dC, y la ubican como una provincia maya de Ekab, una de las cuatro provincias o territorios mayas que integraban lo que es hoy el estado de Quintana Roo. En esta época Isla Mujeres no era un asentamiento humano, sino un santuario dedicado a la diosa Ixchel (deidad del tejido, de la felicidad, de la Luna, de la abundancia y de la medicina, entre otras virtudes).




Este hermoso lugar conjuga la belleza del Caribe, la espesura de la selva tropical y el legado maravilloso de la civilización maya. Nada mejor entonces que encontrarse en este paraíso y dis-
frutar de un hotel inigualable que nos ofrece todo lo que el turista más exigente puede requerir.


Para empezar apenas llegas a Cancún te está esperando un yate privado que te trasladará hasta
el hotel. Increíble...

Cada una de las 35 suites del Villa Rolandi pareciera estar concebida para el romance y el lujo:
Desde tv satelital de Plasma, vista al mar, deck privado y minibar hasta productos "Bulgari" en el baño que obviamente está equipado con duchas duales, entre otras amenidades.
Cabe destacar que se puede ingresar a las habitaciones por un corredor privado y que mientras
esperas que llegue el desayuno a tu balcón, podés leer el diario (que está incluído) o mandar por mail fotos de ru estadía ya que tambié hay wi fi en las instalaciones.


Posee además un restaurant de lujo, "Casa Rolandi" que ofrece desayuno, almuerzo y cena; aun- que también se entraga un impresionante desayuno continental en las habitaciones todas las mañanas. También podés disfrutar de exquisitos tragos, siempre con vista al océano, en el
"Cozy Bar"

¿Más? Claro: Si te cansás (cosa improbable) de los masajes relajantes en las arenas blancas pertenecientes a la playa privada del hotel y querés un poco de acción no tenés más que informarte con alguno de sus empleados -hablan todos los idiomas- quienes siempre con una sonrisa te dirán cómo avistar orcas, hacer windsurf o kayak al atardecer, bucear con peces de todos los colores imaginables o divertirte simplemente recorriendo la zona en simpáticos scooters.

Espero que éste pequeño vistazo te den ganas de conocer Isla Mujeres, o que por lo menos te haga ilusionar con que algún día puedas hacerlo.

Por lo pronto me quisiera ir YA... pero aún no encontré ningún bolso.

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